” El Jardín Infantil de La Universidad de La Frontera es una institución de Educación Parvularia creada en el año 1974, que depende de la Vicerrectoría de Administración y Finanzas, como unidad de la Dirección de Recursos Humanos de esta misma casa de estudios. Atiende a hijos e hijas de funcionarias, funcionarios, alumnos y ex-alumnos de la Universidad de La Frontera, y de la comunidad de Temuco en general, niños y niñas de 3 meses a 5 años de edad.
Cuarenta años de trayectoria, brindando formación y educación integral a los niños y niñas de la comunidad de Temuco.
Su capacidad de 150 párvulos promedio organizados en 6 niveles desde Sala Cuna a Transición, Jardín Central ubicado en el Campus Andrés Bello, en Avenida Francisco Salazar 01145 y “La casita del Frente” en Francisco Salazar 01351.
De orientación constructivista, asume la educación para la Paz referida a la visión positiva del conflicto. Desarrolla los objetivos y contenidos del currículo a través de los ejes del concepto de sí mismo, la convivencia, el respeto a la diversidad y el manejo de los conflictos, los que se vinculan y traspasan el currículo de Educación Parvularia.
Considera el juego como principal estrategia metodológica, surge de ello la multiexpresividad, que aborda en forma integrada las áreas de expresión: la plástica, corporalidad, música, verbal, literaria; los rincones de juego-trabajo, zonas de estimulación, talleres de experimentación, talleres multiexpresivos, salidas o visitas pedagógicas a terreno, la reutilización derivada de la triada RRR, recoger, reciclar y reutilizar elementos en desuso y desechos, tanto naturales como elaborados, para el diseño y elaboración de nuevos objetos o/y obras de arte. Se globalizan los contenidos de prevención y autocuidado, educación para el consumo, estilos de alimentación y vida saludable, medio ambiente, ciencia, arte y tecnología.
Desde la perspectiva de la Educación para la Paz, se ha propuesto por misión, satisfacer el derecho de los niños y niñas a una educación de calidad que les permita crecer y desarrollarse en un clima afectivo y flexible que priorice sus necesidades e intereses; enfatizando el desarrollo de la autonomía, autoestima, confianza, sentimiento de grupo y comunidad, el espíritu dialogante y de respeto por los demás, la capacidad de toma de decisión y de resolución de conflictos en forma pacífica.
Su opción metodológica es Constructivista, el juego es revalidado como principal recurso pedagógico y su acción educativa se proyecta a nivel de aula, familia y comunidad
“Ser un espacio propicio al crecimiento y desarrollo de las personas, en un clima de afectividad, potenciador de los valores involucrados en el perfil del hombre y mujer que deseamos formar, los cuales subyacen a la Educación para la Paz.
Contribuir a formar hombres y mujeres justas, solidarias, autónomas, sensibles, tolerantes y emocionalmente equilibradas; comprometidos consigo mismo, en la relación con los demás, con su identidad cultural y entorno natural; emprendedor, que asuman un rol activo en la construcción de su proyecto de vida. Capaces de integrarse positiva y creativamente a la sociedad, buscadores constantes de la plenitud, agentes de cambio, activos buscadores de estrategias para enfrentar y resolver los conflictos sin violencia, luchadores permanentes por una convivencia de Paz”