Pablo Andrés Betancourt Henríquez, Docente Universidad de La Frontera, Candidato a Doctor Universidad de Barcelona, España. Soltero, egresé del jardín de la Ufro el año 1987.

Para mí el Jardín de la Ufro ocupa un lugar de gran importancia en mi vida. Fue el lugar donde comencé el apredizaje fuera del hogar, donde tuve mis primeros (as) amigos (as). Tengo recuerdos imborrables como cuando mi padre (Profesor actual de la Ufro) me decía que no me preocupara por que su oficina se encontraba al lado del Jardín, o de la leche que nos daban al desayuno. Hace un par de meses volví a mi querido jardín de la Ufro, y apenas entré recordé un “resbalín” de madera que servía para nuestros juegos en ese entonces. En mi casa hay unas fotografías donde aparezco animando, con micrófono en mano, una actividad para los padres en el auditorio de calle Prat, lo que da muestra que en el jardín se comienzan a dar “grandes” pasos de aprendizaje y experiencias. Un recuerdo para la tía Ketty, que fue una de las tías que dedicó su tiempo y cariño en enseñar y

formar a muchos niños. Hoy, 28 años después, me parece increíble estar trabajando muy cerca de mi jardín, en la misma institución y me siento muy orgulloso de ver como ha seguido adelante, donde destaca el profesionalismo y el amor de todos los que allí trabajan. En esta importante celebración de 40 años de vida, les envío un cariñoso saludo a todos los que forman la familia del jardín de la Ufro, inclusive a los que ya pasaron, cumplen una labor preciosa y muy importante. Les saluda con afecto, un ex alumno agradecido.